Saques más rápidos registrados
En el tenis moderno, el saque se ha convertido en un arma decisiva capaz de cambiar el rumbo de un partido en cuestión de segundos. Su potencia y precisión marcan la diferencia entre jugadores y definen estrategias enteras. Entre todos los aspectos que generan fascinación en este deporte, los saques más rápidos registrados ocupan un lugar especial: no solo son un espectáculo para los espectadores, sino también un símbolo de fuerza, técnica y evolución tecnológica.
En este artículo de Pronósticos Tenis recorreremos la historia de los saques más rápidos registrados, desde sus primeras menciones hasta los récords más recientes. También analizaremos los factores que hacen posible alcanzar estas velocidades, las diferencias entre el circuito masculino y femenino, y el impacto que tienen en el rendimiento competitivo y psicológico.
Contents
- 1 Historia y evolución de los saques más rápidos registrados
- 2 Los saques más rápidos registrados: hombres y mujeres
- 3 Factores que determinan los saques más rápidos registrados
- 4 El impacto de los saques más rápidos registrados
- 5 Historias detrás de los saques más rápidos registrados
- 6 El futuro de los saques más rápidos registrados
Historia y evolución de los saques más rápidos registrados
Primeros intentos de medición
Durante gran parte del siglo XX, los registros de velocidad del saque eran imprecisos. Se hablaba de cifras sorprendentes, pero sin equipos de medición confiables. Los radares utilizados en torneos eran limitados y variaban entre países, lo que dificultaba establecer un récord válido.
Aun así, la idea de conocer los saques más rápidos registrados siempre estuvo presente. Los primeros experimentos, aunque poco fiables, marcaron el inicio de una obsesión: medir con exactitud hasta dónde podía llegar el cuerpo humano en un golpe tan explosivo.
La era moderna de la medición
Con la llegada de la tecnología avanzada de radar, el tenis dio un salto en precisión. Ya en el siglo XXI, las cifras comenzaron a ser homogéneas y aceptadas de manera oficial. Fue en este contexto cuando aparecieron nombres como Andy Roddick, Ivo Karlović, John Isner o Sam Groth, que elevaron los saques más rápidos registrados a niveles nunca vistos.
Uno de los momentos históricos fue en 2012, cuando Sam Groth alcanzó los 263,4 km/h en un torneo Challenger. Aunque no siempre se reconoce oficialmente por la ATP debido al tipo de evento, su marca sigue siendo un referente en el debate sobre los límites humanos.
Los saques más rápidos registrados: hombres y mujeres
Récords masculinos
En el circuito masculino, los saques más rápidos registrados son espectaculares y han superado los 250 km/h en varias ocasiones. Entre los más destacados se encuentran:
Sam Groth: 263,4 km/h en 2012, considerado el saque más veloz jamás medido en competición.
John Isner: 253 km/h en la Copa Davis 2016, ampliamente reconocido como récord en un contexto oficial.
Albano Olivetti: con una marca cercana a los 257 km/h.
Ivo Karlović: alcanzó los 251 km/h, consolidando su fama como uno de los sacadores más temidos.
Jerzy Janowicz: también con registros de 251 km/h.
Milos Raonic: con un saque máximo de 250 km/h en su carrera.
Andy Roddick: alrededor de 249 km/h, récord absoluto en su época.
Más recientemente, en Wimbledon 2025, el joven francés Giovanni Mpetshi Perricard alcanzó un saque de 246,23 km/h, estableciendo un nuevo récord dentro del torneo y entrando de lleno en la historia de los saques más rápidos registrados.
Récords femeninos
En el circuito femenino, los saques más rápidos registrados también han dejado huella. La velocidad máxima reconocida de manera no oficial pertenece a Georgina García Pérez, con un saque de 220 km/h en 2018.
Otros nombres que destacan en este terreno son:
Aryna Sabalenka, con un servicio de 214 km/h.
Sabine Lisicki, con 210,8 km/h.
Venus Williams, con 207,6 km/h.
Serena Williams, con 207 km/h.
Aunque algunos de estos registros no siempre han sido homologados oficialmente, muestran que la élite femenina también ha empujado los límites de los saques más rápidos registrados.
Tabla comparativa
Categoría | Jugador / Jugadora | Velocidad registrada | Contexto |
---|---|---|---|
Masculino absoluto | Sam Groth | 263,4 km/h | Challenger 2012 |
Masculino oficial | John Isner | 253 km/h | Copa Davis 2016 |
Masculino en Grand Slam | Giovanni M. Perricard | 246,23 km/h | Wimbledon 2025 |
Femenino más citado | Georgina García Pérez | 220 km/h | 2018 |
Factores que determinan los saques más rápidos registrados
Aspectos físicos y biomecánicos
Altura y palanca corporal: los jugadores más altos, como Karlović o Isner, tienen mayor facilidad para imprimir velocidad gracias a la longitud de sus brazos y la ventaja de impacto en altura.
Cadena cinética: el saque es una sucesión de movimientos que involucran piernas, cadera, tronco, hombros y brazo. Cuando esa energía se transfiere sin interrupciones, el resultado son saques más rápidos registrados.
Elasticidad y técnica: la capacidad de ejecutar un movimiento explosivo, acompañado de un “latigazo” final en la muñeca, incrementa la velocidad del impacto.
Tecnología y equipamiento
Raquetas modernas: fabricadas en grafito o fibra de carbono, aumentan la rigidez y mejoran la transferencia de energía.
Cuerdas y tensión: la elección de cuerdas más reactivas y con tensiones adecuadas favorece saques de mayor potencia.
Superficies de juego: césped y pistas rápidas ayudan a registrar velocidades superiores, mientras que la arcilla suele reducir la eficacia de los saques más rápidos registrados.
Condiciones externas
La altitud, la temperatura y la presión atmosférica también influyen. Por ejemplo, en ciudades situadas en altura, la bola se desplaza con menos resistencia y se pueden lograr velocidades superiores.
El impacto de los saques más rápidos registrados
Ventaja competitiva
Un saque que supera los 230 km/h es prácticamente inalcanzable si va bien colocado. Por eso, los saques más rápidos registrados no son solo récords estadísticos, sino armas que pueden definir un partido con una gran cantidad de puntos directos (aces).
Efecto psicológico
Saber que el rival puede lanzar un saque de más de 240 km/h genera presión mental. El receptor entra a la pista con tensión añadida, lo que favorece al sacador incluso antes de ejecutar el golpe.
Influencia en las apuestas deportivas
En el ámbito de las apuestas, los jugadores con historial de saques más rápidos registrados suelen tener mayor favoritismo en superficies rápidas. Las cuotas reflejan no solo el poder de su servicio, sino también su capacidad de mantener juegos de saque sin conceder oportunidades.
Riesgos físicos
Forzar constantemente en busca de los saques más rápidos registrados puede provocar lesiones de hombro, codo o espalda. Por ello, los entrenadores trabajan en equilibrio entre potencia y durabilidad, para evitar que un récord ponga en riesgo la carrera de un jugador.
Historias detrás de los saques más rápidos registrados
Sam Groth (2012): su saque de 263,4 km/h sorprendió al mundo y sigue siendo referencia, aunque no esté en los libros oficiales de la ATP.
John Isner (2016): su saque de 253 km/h en Copa Davis representa uno de los saques más rápidos registrados de carácter oficial y con plena homologación.
Giovanni Mpetshi Perricard (2025): su marca en Wimbledon no solo entró en la historia por la cifra, sino también por ser lograda en el escenario más prestigioso del tenis.
Georgina García Pérez (2018): en el circuito femenino, su saque de 220 km/h demuestra que la potencia no es patrimonio exclusivo de los hombres y que los saques más rápidos registrados también tienen un espacio destacado en la WTA.
El futuro de los saques más rápidos registrados
El debate sobre los límites humanos está abierto. ¿Podrán los jugadores alcanzar los 270 km/h en un contexto oficial? Es probable que la combinación de nuevas tecnologías en raquetas, avances en biomecánica y programas de entrenamiento especializados empuje aún más esos límites.
No obstante, más allá de los récords individuales, el tenis moderno parece dirigirse hacia un equilibrio: no solo importa la velocidad, sino también la colocación, el efecto y la estrategia. Los saques más rápidos registrados seguirán siendo hitos, pero la clave seguirá estando en usarlos con inteligencia.
Los saques más rápidos registrados representan la unión entre ciencia, técnica y talento humano. Son una muestra de hasta dónde puede llegar el cuerpo cuando está acompañado de preparación física, tecnología de última generación y un contexto competitivo de élite.
Desde Sam Groth hasta Giovanni Mpetshi Perricard, pasando por John Isner y Georgina García Pérez, estos récords han marcado capítulos inolvidables en la historia del tenis. Pero más allá de la cifra exacta, lo que transmiten es la capacidad del ser humano de superarse una y otra vez.
En el futuro, veremos nuevos intentos por romper estas barreras. Y cada vez que alguien logre un saque más veloz, se reavivará la fascinación del público por los saques más rápidos registrados, símbolos de potencia y espectáculo en el tenis mundial.
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